El cerdo es un mamífero "artiodáctilo", es decir, que tiene cascos, formando pares, en cada una de sus cuatro patas. Tiene, como todos los animales superiores, un esqueleto formado por el cráneo, provisto de fuertes mandíbulas, en cada una de las cuales hay un par de grandes dientes caninos, restos de los enormes colmillos que poseían sus ancestros, los jabalíes o cerdos salvajes y que usaban como armas ofensivas y defensivas. A continuación del cráneo está la columna vertebral, que termina en la cola, o vértebras caudales. A los lados están las costillas y en la parte inferior las cuatro extremidades: dos anteriores llamadas "manos" y "pies", y las dos posteriores. Cada una de sus cuatro extremidades tiene 4 dedos cubiertos por cascos o pezuñas, de los cuales, solamente los delanteros se apoyan en el suelo al caminar. Su respiración, como la de todos los mamíferos, es pulmonar y su circulación se lleva a cabo a través de las 4 cavidades de su corazón.
El estómago del cerdo, comparado con el de los rumiantes, es extremadamente simple, formado por una sola cavidad, por lo cual se nutre mejor consumiendo granos, legumbres, cereales, bellotas, etc., que si comiera hierbas y pasto. Tiene la cabeza unida al cuerpo por un cuello corto y grueso y la forma de su cabeza, sobre todo la de su trompa o jeta, está especialmente adaptada para hozar, es decir, para escarbar la tierra con el hocico en busca de raíces y tubérculos.
La cría del cerdo es una industria muy lucrativa, debido a la facilidad con la que se reproduce y a la facultad tan extraordinaria que tiene para transformar cuanto come en carne y grasa. Esta facultad es tan notable que una marrana produce, en un determinado lapso de tiempo, una mayor cantidad de materia utilizable que la que puede producir cualquier otro animal doméstico. El alimento más adecuado para obtener un crecimiento más rápido y un engorde más notable es una mezcla de alfalfa y grano; posiblemente porque la alfalfa contiene las vitaminas necesarias para proporcionarle una mayor capacidad de metabolizar o aprovechar los elementos nutritivos del grano.
Aunque son muchas las enfermedades que lo atacan, casi todas pueden prevenirse o evitarse acondicionando los chiqueros o porquerizas de forma adecuada para mantenerlos siempre limpios y secos. A pesar de todo lo que se ha dicho acerca de la preferencia del cerdo por la inmundicia, lo cierto es que gusta de la limpieza y si le agrada revolcarse en el lodo, es porque con ello suaviza y refresca su gruesa piel. Las porquerizas deberán estar aireadas, sombreadas y ser más o menos espaciosas, debiendo tener el piso de cemento o ladrillo para facilitar su limpieza.
Como la cría de estos animales tiene por objeto la obtención de carne y grasa, deben escogerse animales de "raza" que son mucho más productivos que los animales corrientes. Hay muchas razas de cerdos, cada una más productiva que la otra, pero sea una u otra, deben escogerse siempre individuos de cabeza corta, hocico fino y movible, carrillos gruesos y fuertes, ojos vivos, piel arrugada en la frente, orejas ni grandes ni gruesas, nuca robusta y ancha, cuerpo largo, patas cortas, muslos carnosos y cerdas finas, ya que estas son las características de los animales de mayor producción. Las marranas pueden utilizarse para la cría desde los 10 meses hasta los 3 ó 4 años, momento en que disminuye su capacidad de reproducción, destinándoselas entonces al engorde y a la matanza. Pueden dar a luz hasta 2 veces al año y en cada camada tener hasta 12 lechones y a veces aún más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario