Las naves empleadas por Cristóbal Colón se llamaban Niña, Pinta y Santa María. Las tres enarbolaban la bandera de los castillos y los leones de los reinos de Castilla y de León. La Santa María, que era la nave insignia, llevaba además la bandera de Colón, que tenía un ancla dorada sobre un campo azul. Esta nave "almirante" (que no era una carabela, sino una nao, más sólida, pero menos veloz que la carabela) había pertenecido a Juan de la Cosa, con el nombre de Marigalante. Era un bajel de 230 toneladas de peso (arqueo) y treinta metros de largo por nueve de ancho, e iba capitaneada por Pedro Alonso Niño y Sancho Ruiz, con capacidad para 39 tripulantes. La Pinta era un pequeño velero de 150 toneladas de arqueo y 22 metros de largo por siete de ancho; la tripulación la formaban 26 marineros y desde su cofa Rodrigo de Triana observó por primera vez el Nuevo Mundo el 12 de octubre de 1492. Fue la primera en regresar a España con muestras de las nuevas tierras descubiertas y su capitán era Martín Alonso Pinzón. La Niña era la carabela más pequeña (tipo goleta), aunque su verdadero nombre era Santa Clara, se le conoce con el nombre de Niña por haber pertenecido a la familia Niño, del puerto de Palos (Huelva). Desplazaba 60 toneladas y medía 20 metros de largo por siete de ancho. La tripulación la formaban 22 marineros y su capitán era Vicent Yáñez Pinzón. Se cree que de los aproximadamente 90 tripulantes la mayoría eran españoles del mismo puerto de Palos, entre los que iban un portugués, un inglés y un irlandés, filibusteros que fueron liberados de la cárcel para completar la tripulación solicitada por Cristóbal Colón a los reyes católicos.
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